En este anterior artículo sobre la nitidez hablábamos de que la cámara nunca está lo suficientemente firme. De nada sirve gastar grandes cantidades de dinero en buenos objetivos si no somos capaces de invertir 10 minutos en reflexionar sobre la mejor manera de sostener una cámara fotográfica. Por eso hoy queremos compartir estas ideas sobre cómo sujetar una cámara correctamente.
La importancia de una cámara firme
¿Alguna vez has tratado de sujetar una linterna sin que la luz de la pared se mueva? Da igual lo firme que tratemos de sujetar, siempre se moverá un poco. Exactamente lo mismo sucede con la luz que tratamos de captar con la cámara. Aunque nos parezca que está perfectamente firme, siempre hay pequeñas vibraciones y son las principales responsables de la falta de nitidez de nuestras fotografías.
Los puntos de apoyo
Cuando adoptamos una posición para sujetar la cámara es importante pensar en lo estables que son los puntos de apoyo. Separar los pies y buscar la propia estabilidad es fundamental. Luego pensaremos en la mejor posición de las manos, para minimizar el efecto del pulso. Buscar puntos de apoyo adicionales también puede ser bueno. La cara contra el visor, por ejemplo, puede ser un punto de apoyo adicional que aporte un extra de estabilidad. También apoyarse en una pared o algún elemento estático.
Errores habituales
Cuando sujetamos una cámara en el aire en posición horizontal, es un error muy habitual adelantar el cuerpo y sujetar la cámara a pulso, con los brazos formando un ángulo recto bajo la cámara. En esta posición es extremadamente difícil sujetar la cámara con firmeza, mientras que apoyando los codos contra el cuerpo podemos encontrar una estabilidad algo mayor.
La posición vertical es algo más difícil de manejar, ya que uno de los brazos deberá estar elevado en el aire. Es uno de los motivos por los que muchos apuestan por un grip: este accesorio es una suerte de extensión de la cámara que lleva una batería extra y que suele tener un botón de disparo adicional para poder disparar en posición vertical sin tener que elevar el brazo. Este accesorio viene de serie con las cámaras profesionales pero se puede adquirir para cualquier modelo de cámara.
Otro error clásico se produce cuando buscamos estabilidad colocando los codos en la rodilla o en el suelo: tendemos a colocarlos sobre superficies duras, sin considerar que esa postura permite demasiado juego. En su lugar podemos apoyar el codo en la parte blanda de la rodilla (y no el hueso) o en otras superficies que agarren mejor el codo.
Todos estos trucos son conocidos por los tiradores que practican con armas de fuego y se pueden aplicar en este contexto.
Es importante recordar que por mucho que nos esforcemos, siempre va a haber movimiento en la cámara, por eso la insistencia siempre es en usar un trípode siempre que sea posible.
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