En nuestro cuarto artículo de esta serie sobre fotografía urbana queremos hablar de una particularidad de la ciudad que, como todo, puede ser un elemento distorsionante de la fotografía o un estupendo recurso creativo, dependiendo de si sabemos o no sacarle el mejor provecho: estamos hablando de las luces y los reflejos, algo muy característico del paisaje urbano.
Cuando pensamos en la ciudad nos vienen a la mente todo tipo de escenarios, pero si algo diferencia la ciudad de cualquier otro paisaje son las superficies brillantes, la abundancia de cristal y la multitud de puntos de luz. Aprender a jugar con todo eso significa entrenar a nuestra mente para ver todas las posibles fotografías de un mismo instante y y encontrar la belleza escondida. Pero también aprender a dominar la técnica para saber plasmar esa imagen que tenemos en la mente. Y aunque parezca que el asunto requiere conocimientos de física, de óptica y de ángulos, lo único que se necesita para dominar ese terreno es un filtro polarizador y unas cuantas horas de práctica.
El filtro polarizador permite bloquear la luz que viene desde una dirección determinada. En base a esto, podremos girar la anilla exterior del filtro obteniendo distintos resultados interesantes . El efecto más característico y más conocido de este tipo de filtros es el que tiene sobre el cielo, realzando el azul y aumentando el contraste de las nubes. Pero el polarizador es también muy efectivo eliminando reflejos de cristales, superficies acuáticas y demás objetos reflectantes, por lo que se hace especialmente interesante no sólo en la fotografía de paisaje, sino también en la fotografía urbana.
Dentro del amplio catálogo de B+W encontramos varios tipos de polarizadores, que responden a distintas necesidades, pero siempre con la máxima calidad que distingue a esta marca de filtros tan valorados entre los fotógrafos. Las monturas especiales Slim, por ejemplo, permiten usar el filtro con objetivos angulares sin riesgo de viñetado, lo filtros polarizadores Käsemann con multirevestimiento MRC, por su lado, tienen un tratamiento que repele la humedad y la suciedad para alcanzar la excelencia con la mayor calidad óptica.
Si, lejos de querer eliminar reflejos, lo que vas a buscar es la magia de un reflejo en particular, necesitarás algo más de práctica: experimenta con los encuadres y los ángulos, acércate a las superficies reflectantes y juega con los distintos puntos de luz. Si vas a usar la luz del sol para crear reflejos en cristales, trata de que el sol quede siempre a tus espaldas. Puedes usar también el filtro polarizador en este tipo de fotografías: gíralo hasta conseguir el efecto deseado en la zona de la fotografía que te interese, teniendo en cuenta que las distintas superficies reflejarán la luz en ánguos distintos.
Por último recuerda que cuando se trabaja con superficies reflectantes, el uso del flash está prohibido, por lo que necesitarás usar otro tipo de recursos.
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