Es época de vacaciones y más que nunca sacamos fotos… y tomamos aviones. Hoy hablamos un poco de todo lo que debemos saber cuando volamos con equipo fotográfico.
El arte de minimizar – para los que facturan
Aquellos que facturan maleta tienen siempre la opción de cargar con un equipo algo más grande en cabina, pero si vamos a realizar un encargo que requiera mucho equipo es posible que el equipo solo supere los límites de volumen o los de peso. ¿Qué hacer entonces? No podemos arriesgarnos a que nos hagan facturar el equipo (eso bajo ningún concepto) así que tendremos que tomar una de las opciones a continuación:
- Viajar en primera clase o business, donde hay más permisividad con el equipaje de mano
- Colocar en el equipaje de mano los componentes más delicados (cuerpo, objetivos y ordenador) y guardar en la maleta otros accesorios (cargador, disparador, trípode…), tan protegidos como sea posible.
- Descargar peso en los bolsillos. Puedes rebajar algunos gramos cargando un par de elementos en los bolsillos de la chaqueta. Muchas personas usan chaquetas llenas de bolsillos, que luego son muy prácticas para trabajar.
- Adquirir accesorios inteligentes. Hoy en día hay productos de diseño inteligente que alcanzan el límite de lo ligero y compacto sin renunciar a lo funcional. Hablaremos de ellos en el apartado de producto.
- Llevar menos equipo. Esta es la alternativa que menos gusta, pero siempre es posible valorar si hay algo del equipo que es prescindible.
El arte de minimizar – para los que no facturan
Si no facturas maleta significa que tendrás que llevar en muy poco espacio tus efectos personales y ropa, y también el equipo fotográfico, lo que seguramente va a suponer un problema de volumen. De las opciones anteriores te quedan pocas: llevar menos equipo, adquirir accesorios inteligentes y viajar en primera clase o, en cualquier caso, no viajar en compañías low-cost.
Normativas y restricciones – las baterías y el trípode
De forma general es importante que te informes de la normativa en todos los vuelos que vas a tomar, respecto al peso y el volumen máximo. Ten también en cuenta los aeropuertos por los que pasas. En EUA, por ejemplo, es mucho más probable que te pongan problemas o quieran revisar todo tu equipo. Más allá del peso y el volumen, existen dos componentes en tu equipo que son susceptibles de dar problemas.
El primero son las baterías. Depende dónde viajemos y el trabajo que tengamos que hacer es posible que queramos llevar tantas baterías como sea posible. Especialmente si vamos a un destino frío, ya que es ahí donde las baterías rinden menos. Pero algún tipo de baterías tienden a causar problemas en los aeropuertos, ya que pueden prender fuego o estallar. Infórmate bien de cuál es el límite de baterías que puedes transportar y evita llevarlas en el equipaje facturado: si se detecta algo sospechoso a través del scanner es posible que tu maleta se quede en tierra. Si a pesar de llevar la cantidad de baterías permitida quieres evitar discusiones en el control de equipaje distribuye tus baterías por distintos bolsillos en tu bolsa.
En caso de que tengas flashes de estudios con grandes baterías, nuestro consejo es que lleves también la documentación donde especifica que son aptos para viajar. La mayoría lo son, pero en el aeropuerto es posible que tengan dudas al respecto.
¿Qué pasa con el trípode? ¿Es posible subir el trípode a la cabina del avión? La respuesta en este caso no es muy clara. No existe en la normativa ninguna prohibición de llevar trípode pero sí de llevar «objetos contundentes», lo que significa que cuando viajamos con un trípode grande (especialmente en vuelos internacionales) es probable que nos digan que no podemos subir con él. Por ello lo más seguro es ponerlo en la maleta facturada pero si, por lo que sea, decides intentar subirlo a cabina, nuestro consejo es que lleves otra bolsa o maleta además de la que contiene el equipo. Si te hacen facturar el trípode a última hora, es mejor meterlo en una bolsa con ropa y quedarte tu equipo fotográfico en cabina.
Algunos fotógrafos que viajan con varios trípodes, sliders etc. toman la opción de meterlos en una bolsa para palos de golf y facturarlo como equipo deportivo. Es una de las formas más económicas de aumentar el peso máximo que podemos facturar.
Aduanas
Dependiendo de la cantidad de equipo que lleves, su valor y el destino que hayas elegido es posible que tengas que declarar antes de entrar en el país. Se trata de una lista en la que figura los distintos elementos, su valor y su número de serie. Si tu equipo es pequeño no necesitarás realizar este trámite, pero siempre es recomendable viajar con una copia de los recibos de la cámara y los objetivos, para evitar posibles problemas en la aduana, tanto al entrar como al salir.
Algunos productos interesantes
Ya hablamos hace algunas semanas sobre cuál era la bolsa perfecta para viajar y también sobre qué tener en cuenta cuando elegimos un trípode para viajar. En esos artículos puedes encontrar propuestas de producto muy interesantes para reducir peso y volumen. También en la gama de cargadores de Hähnel puedes encontrar muy buenas ideas, compactas y versátiles, ideales para el viajero. Te dejamos algunos productos más:
Otros consejos
Seguro: aunque las compañías aéreas deberían responsabilizarse de tus posesiones, lo normal es que la compensación por pérdida no cubra demasiado en términos económicos, además de las dificultades que suele haber para las reclamaciones. Por ello es altamente recomendable contar con un seguro para el equipo. La opción más económica es comprar el billete con Visa o American Express, estas tarjetas incluyen un seguro que funciona bastante bien. Pero si lo que quieres es asegurar tu equipo de la mejor forma, un seguro es lo más recomendable. No sólo te cubre pérdidas en aeropuertos, sino que te protege de potenciales problemas durante el viaje: altamente recomendable si vas a lugares peligrosos o con condiciones climáticas adversas.
Ser previsor: Planear bien tu viaje te evitará muchos disgustos: compara las aerolíneas y sus políticas, lee atentamente las restricciones para la aerolínea que vas a usar, solicita el equipaje extra con suficiente tiempo y, sobretodo, asegúrate que llegas al aeropuerto con tiempo de sobra.
Sonríe: Las reglas están ahí y son iguales para todos, pero se aplican de forma distinta dependiendo del humor de la persona que decide. Una sonrisa para alguien que pasa muchas horas en el aeropuerto puede marcar la diferencia.
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